El último duelo de Ridley Scott
Ridley Scott, de la mano de Twentieth Century Studios lanza “El último duelo”, una historia de venganza y traición que muestra la opresión de la mujer en la Francia del siglo XIV
Está historia, basada en hechos reales, narra lo que ocurrió en el último duelo a muerte permitido en Francia. Dicho duelo, enfrentó a Jean de Carrouges (Matt Damon), un respetado caballero normando, nacido en el seno de la nobleza, y conocido por su valor y su habilidad en el campo de batalla. Su amigo, Jacques Le Gris (Adam Driver), hijo de un escudero normando, es un cortesano cuya inteligencia y elocuencia le convierten en uno de los nobles más admirados de la corte. Esta amistad se rompe cuando el Conde Pierre d’Alençon (Ben Affleck) se pone del lado de Le Gris en una amarga disputa entre ellos por una propiedad.
Pero los verdaderos protagonistas de esta historia no son ninguno de ellos. Carrouges se casa con Marguerite (Jodie Comer), quien años después es atacada por Le Gris. Al final, “El último duelo” se convierte en la historia de como Marguerite se niega a permanecer en silencio y da un paso adelante para acusar a su agresor, un acto de valor y coraje, que en aquella época, ponía en riesgo su vida.
Courreges lleva este caso hasta las más altas estancias. Viaja al Palacio de Justicia de París, donde termina por acceder a un juicio por combate. Carrouges contra Le Gris, con el destino de Marguerite de por medio.
«El último duelo» es un drama cinematográfico que invita a la reflexión y que está contado desde tres perspectivas distintas. Explora el poder omnipresente de los hombres, la fragilidad de la justicia y la fuerza y el coraje de una mujer, dispuesta a plantar cara para defender la verdad.
Esta película está basada en la novela “El último duelo” de Eric Jager, quien estuvo 10 años investigando fuentes históricas sobre el legendario duelo de la muerte; para asegurarse de que toda la información incluida en la novela era fiable y no se opacaba ningún hecho por culpa de la censura de la época.
Hombres como Jean de Carrouges y Jacques Le Gris eran los héroes de sus propias historias, pero unos narradores poco fiables del momento histórico. La perspectiva de Marguerite es esencial, ya que nos ofrece una rectificación necesaria de las opiniones indiscutibles que los hombres tienen de sí mismos y del mundo que los rodea.
“Encontré algunos documentos que contienen errores u omisiones. También encontré documentos que se habían pasado totalmente por alto o que solo se habían mencionado en lugares muy olvidados y que no parecían formar parte del conocimiento general que los historiadores y académicos tenían de este caso», dice Eric Jager. “Así que una de las mis primeras grandes sorpresas fue que lo que los historiadores y los juristas llevaban siglos diciendo, que Marguerite estaba equivocada e incluso que mintió me pareció que no se ajustaba a la verdad”.
Por esta gran investigación, consiguió unas descripciones tan certeras y detalladas de la legendaria justa y los eventos que llevaron a ella, que llamó la atención de Matt Damon por su grandísimo potencial cinematográfico.
Gracias a estas grandes descripciones, Ridley Scott consiguió rodar en localizaciones prestigiosas como El castillo de Beynac, la ciudad de Monpazier o la Plaza des Cornières; que nos trasladan a la época y nos meten en la historia.
Finalmente, cabe destacar el cuidado con el que se ha grabado la película. Trata temas muy delicados, especialmente cuando se centra en las experiencias vividas por Marguerite hace más de 600 años. En la europa medieval, la integridad de una mujer se regía por su castidad y la fidelidad a su marido; y cumplir con esas expectativas era crucial para sobrevivir. Lo sucedido a Marguerite quedó empañado por cronistas históricos y miembros del clero en los siglos posteriores; así que, a Ridley Scott le pareció importante representar la agresión para no dejar dudas sobre lo que pasó siempre, con la máxima sensibilidad.
