Tocar madera
Un artesano se caracteriza por amar el material con el que trabaja, y Albura Wood Design ama la madera. Se describen como artistas contemporáneos que se adaptan a la comunicación por medio de las nuevas tecnologías, pero sin olvidarse de su idea inicial: el permanente contacto con el material. «Albura jamás será una cadena de producción, será una experiencia para el cliente -aseguran-. Tenemos la responsabilidad de satisfacer a nuestros clientes con cada diseño. Eso nos hace exigirnos al máximo en cada pieza que creamos».
Sus muebles son atemporales. En ellos se busca la unicidad y la permanencia del valor que otorga el paso del tiempo. Los diseños se basan en la veta de la madera y hacen que esta hable por sí sola gracias al dibujo que marca la dirección en la que crecen las fibras del árbol. Toda decisión es importante, y Albura hace de su marca algo innegociable seleccionando este dibujo trazado por la naturaleza de manera muy cuidadosa. La marca tiene muy claro su identidad y, así, logra que sus productos sean realmente únicos. «Si algo no funciona, no tiene el alma o simplemente no respira Albura, no podremos trabajar en ello. Es una relación de artesano a personas, personas que son capaces de valorar el trabajo de cada una de las piezas».
Las maderas nobles, principalmente roble o nogal, son tratadas con aceites y ceras de origen natural que nutren, protegen y endurecen la madera. Esto hace que se obtenga un efecto completamente natural. La no existencia de barnices hace que se cree una sensación completamente diferente entre la pieza y el cliente. Este trato con el material hace que se trate de un experiencia para el cliente en la que se opte por el FeelingWood en vez de FastWood.
La ausencia de un catálogo de productos hace que la exclusividad se convierta en una de sus principales bazas. Tras una entrevista con el cliente, comienza el trabajo previo a la elaboración donde se comparten referencias, se toman medidas y se tiran renders. Se basa en unas líneas y valores muy definidos que buscan hacer un oficio por convicción; es una marca con alma que pretende seguir este camino hasta que la madera se lo permita.
