ENTREVISTA

Marta es el «ma» de MARALA. Este verano, la diseñadora extremeña de 33 años fundaba su proyecto impulsado por su amor a la decoración, al dibujo y al arte pero,sobre todo, a su tierra.
Viniste a Madrid desde tu pueblecito de Badajoz para estudiar en la UCM ¿Cuál fue el siguiente paso?
Trabajé en grandes empresas y viajé por el mundo por trabajo, pero es a mi casa donde siempre he acabado volviendo: mi pueblo, dónde está mi familia y mis raíces.
¿Cómo surgió Marala?
Empezó como un sueño, el proyecto de poder trabajar en mi tierra y dar a conocerla. Llevaba mucho tiempo en mi cabeza, pero con el nivel de trabajo y de vida, nunca había tenido tiempo a pararme y pensar bien.

¿Y cuál fue el verdadero punto de inflexión?
El año pasado por Navidad regalé a una amiga de Madrid un Jarrón hecho en Extremadura y le encantó, y dije: «trabajo para una gran empresa alemana dando a conocer sus servicios cómo no voy a hacerlo con mi tierra». Y este verano me puse en marcha, la vida sigue y si tienes un sueño no lo puedes dejar pasar, porque los planes no sirven para nada, y esto lamentablemente también nos lo ha enseñado esta pandemia.
¿Qué dirías que es Marala?
Es artesanía, tradición y raíces. Son detalles con cuidado y mimo. Es un viaje a los orígenes pero ,sobre todo, es Extremadura.
¿A qué te refieres con que “es Extremadura”?
Los extremeños siempre nos quejamos de que no nos conocen, y con razón. Siempre me he sentido en deuda de poder hacer algo bonito y generar una alternativa de vida para gente joven que quiere vivir en nuestros pueblos.
¿Quién está detrás de las piezas?
Un grupino de artesanos extremeños con muchas ganas.
¿Cuál era la enmienda principal?
Marala nace con el objetivo de apostar por la recuperación y puesta en valor del trabajo artesanal. Por mantener los oficios que han pasado de generación en generación a lo largo de los años. Porque queremos que esta sabiduría, conocimiento y tradición no muera nunca. Que a Extremadura se la conozca por su artesanía, que es arte, al fin y al cabo.
¿Entonces todos los productos se hacen completamente a mano?
Efectivamente, por eso algunas piezas pueden presentar irregularidades, debido a su proceso de creación manual.

¿Haces tú los diseños?
Sí, yo creo las líneas de cada colección, inspiradas siempre en nuestras tradiciones, el color y la alegría. Después las llevamos al taller y probamos colores y óxidos, nuevas formas o estilos. A cada artesano le damos una colección y trabaja sobre ella.
¿Cómo es el proceso creativo en el taller?
Es lento, pieza a pieza, una a una. Se trabajan en el torno, se dejan secar a temperatura ambiente y luego se bañan en engobe. Una vez se secan, se hornean durante un día entero para poder pintarlas individualmente. Después, se aplican los esmaltes y óxidos y se vuelven a hornear.
¿De dónde viene la filosofía slowliving?
Viene por la vuelta a las raíces, a los orígenes, a vivir la vida más lento y a disfrutar del campo, del aire, y un poco más de la vida. Toda la artesanía es arte como su palabra indica. Son piezas hechas lentamente que se podrán disfrutar toda la vida.
¿Dónde podemos encontrar vuestros diseños?
Actualmente estamos trabajando en nuestra tienda online que estará disponible muy prontito, con el producto principal de la cerámica artesana.
MARALA es un viaje a la tierra de su creadora. La larga generación de artesanos combina lo tradicional con líneas más modernas. Partiendo tan solo del barro, se originas verdaderas obras de arte.