Dolce&Gabbana transforma Casa Amor: el verano más exclusivo en Saint Tropez
Casa Amor se transforma este verano 2025 en el corazón palpitante del lujo mediterráneo gracias a la intervención creativa de Dolce&Gabbana. Bajo el sol de Saint Tropez, la marca italiana inunda el icónico beach club con la energía vibrante de Sicilia, fusionando tradición, diseño y hedonismo en una experiencia sensorial sin precedentes. Colores intensos, estampados folclóricos y el espíritu libre de la Dolce Vita se mezclan con el ambiente bohemio de la Riviera Francesa para crear un universo donde cada detalle está pensado para celebrar el placer de vivir el verano con estilo y carácter.
Casa Amor, en la playa de Pampelonne, se convierte por tercer año consecutivo en el escenario perfecto para esta experiencia sensorial. Rodeado por dunas suaves y pinares, el club se transforma en un homenaje visual a la tradición artesanal siciliana. El motivo del carretto, con sus tonos encendidos, figuras geométricas y guiños folclóricos, se despliega sobre sombrillas, cojines, manteles, menús y detalles decorativos que dialogan con la madera, el mimbre y las fibras naturales del espacio. El conjunto no solo atrae por su estética, sino que crea una atmósfera cálida, envolvente y profundamente evocadora.
Este enclave, que combina un espíritu relajado con una cuidada propuesta estética, captura a la perfección el equilibrio entre informalidad y distinción. Aquí, el lujo se presenta sin rigidez, al ritmo pausado de los días de verano. En un entorno donde se camina descalzo sobre la arena y la naturaleza es parte del decorado, cada elemento está pensado para invitar a la desconexión, pero también al placer refinado de los sentidos.
El restaurante, liderado por el chef Zouhair, ofrece una cocina que interpreta la riqueza del Mediterráneo con sensibilidad contemporánea. Los sabores intensos y frescos se despliegan en platos pensados para compartir, con protagonismo de pescados a la brasa, mariscos y vegetales de temporada. A lo largo del verano, el menú se enriquece con la participación de cocineros invitados de distintas partes del mundo, que aportan nuevas miradas a una propuesta ya de por sí abierta y generosa.
La experiencia no se detiene en la mesa. A medida que cae el sol, la música toma el relevo. Durante toda la temporada, artistas y DJs de renombre internacional convierten el club en un punto neurálgico de la escena electrónica. La pista de baile se instala literalmente sobre la arena, creando noches memorables al compás de sonidos envolventes y una energía que fluye con naturalidad entre el mar y las luces tenues del lugar. Lo bohemio se mezcla con lo exclusivo, lo espontáneo con lo cuidadosamente orquestado.
Más allá de lo visual y lo sensorial, esta propuesta encarna una filosofía de vida. Una celebración del presente, del goce sencillo pero sofisticado, de la identidad mediterránea reinterpretada con frescura. No se trata solo de decoración o de tendencia: hay una narrativa clara que une lo artesanal con lo contemporáneo, lo local con lo global. Cada detalle cuenta una historia, y todas confluyen en una misma invitación: vivir el verano con libertad, belleza y propósito.
Desde su origen, la firma italiana ha hecho del estilo un lenguaje. En esta ocasión, más que una colección, ofrece un universo. Uno en el que el arte, la moda, la gastronomía y la música no solo conviven, sino que se potencian mutuamente. Con esta intervención en Saint Tropez, vuelve a demostrar que su propuesta no se limita a la pasarela, sino que sabe instalarse con naturalidad en el ritmo real de quienes buscan una experiencia completa y envolvente.
El DG Resort 2025 en Casa Amor no es simplemente una colaboración: es una declaración de estilo de vida. Una forma de habitar el verano que desafía la rutina, abraza la autenticidad y transforma el lujo en una experiencia emocional. Entre telas coloridas, sabores del mar, sonidos envolventes y paisajes dorados, lo que se ofrece no es solo una imagen, sino un estado de ánimo. Uno en el que cada momento se convierte en recuerdo imborrable.
