Costa Rica y su nuevo proyecto para cuidar los océanos: Estrategia de Inteligencia Azul
Costa Rica quiere alcanzar una economía descarbonizada en 2050
Estrategia de Inteligencia Azul. Este es el nuevo proyecto que llevará a cabo Costa Rica para impulsar la creación de uniones, especialmente entre América Latina y el Caribe y socios extraregionales. Su objetivo es llevar a cabo acciones que contribuyan a cuidar el medio ambiente, principalmente la expansión de áreas protegidas situadas entre los países, además de crear oportunidades para el diálogo, cooperación, inversión y comercio.
Costa Rica es un país que ofrece más del 6,5% de la biodiversidad mundial, siendo destino Santuario Turístico Sostenible. Además, tiene un 28% de áreas protegidas y reservas biológicas. Quiere hacer frente a la crisis climática y la pérdida de la biodiversidad. Para ello trabajará en tratados internacionales, como el encargado de abordar la contaminación marina por plásticos.
Una de las acciones tomadas es la coalición de Alta Ambición para la Naturaleza y las Personas, un convenio de Naciones Unidas sobre la Diversidad Biológica. Junto con Francia y Reino Unido, Costa Rica ha remarcado la relevancia de adoptar la meta 30×30 en el Marco Mundial de Biodiversidad Post 2020.
Esta meta consiste en proteger el 30% de la superficie del planeta, solución basada en la naturaleza, y el país considera que es importante que los pueblos originarios y las comunidades locales participen en la elección de las áreas que deberán ser protegidas. Esto permitirá recuperar ecosistemas esenciales para la biodiversidad, el fortalecimiento de la capacidad de absorción del carbono de los océanos y el aumento de animales de especies de interés comercial.
En cooperación con otras coaliciones en las que el país participa, se han organizado eventos de alto nivel durante la Asamblea General de las Naciones Unidas en septiembre de 2021 y durante la COP 26 de cambio climático en noviembre de 2021. Aquí, organizaciones filantrópicas se han comprometido a aportar 5 millones de dólares para contribuir a que la meta 30×30 se cumpla.
El pasado mes de octubre, durante la COP 26 de cambio climático, el fortalecimiento del Corredor Marino Pacífico Este Tropical fue anunciado por parte de Costa Rica, Ecuador, Panamá y Colombia, junto a su intención de que este espacio se convirtiese en una Biosfera Transfronteriza bajo UNESCO. Esta iniciativa ha sido respaldada por socios estratégicos internacionales como Reino Unido, quien anunció su apoyo al CMAR de 2 millones de dólares a través del fondo PROBLUE.
Además, Costa Rica apoya la conservación y el uso sostenible de la biodiversidad marina en áreas que no pertenecen a la jurisdicción nacional. El país considera que la negociación del acuerdo BBNJ es una herramienta esencial para luchar contra el cambio climático y la pérdida de biodiversidad. Apoya incluir cláusulas que permitan crear, monitorizar y revisar áreas marinas protegidas, además de añadir salvaguardas ambientales fuertes para las actividades económicas que se puedan desarrollar en alta mar, así como la inclusión de Evaluación de Impacto Ambiental en las actividades que aquí se generen.
A todo ello hay que añadir su condición de miembro del Consejo de la Autoridad Internacional de los Fondos Marinos. Se ha centrado en promover la inclusión de salvaguardas ambientales en el Código sobre Exploración y Explotación Minera del Fondo Marino. Gracias a este implemento, se garantizaría la protección efectiva del ambiente marino, exigiendo transparencia en los procesos sobre toma de decisiones y promoviendo un mecanismo financiero además de un esquema de distribución de beneficios justo y equitativo.
Hablando de proteger los recursos marinos, Costa Rica ha implementado una diplomacia del océano. Junto a Bélgica y Mónaco ha continuado su liderazgo en temas de conservación y uso sostenible de aquellos recursos marinos cuyas áreas se encuentran fuera de las jurisdicciones nacionales. También se suma al grupo de países líderes de la iniciativa de un tratado internacional sobre la contaminación marina por plásticos. En 2022 se buscará la forma de resolver el problema creando un comité que abra una negociación de cara a un instrumento vinculante. Costa Rica desarrolla planes de acción tanto nacionales como regionales para conseguir reducir la basura de los océanos que sean plásticos y microplásticos.
