‘Confesiones de una criada’, la primera novela de Sara Collins
Aclamada por grandes del mundo de la literatura, como Margaret Atwood, Confesiones de una criada llega a las librerías el próximo 20 de mayo.
Galardonada con el Premio Costa en 2019, Confesiones de una criada narra la historia de una sirvienta acusada de asesinato en Londres del siglo XIX. Sara Collins arroja luz sobre aquellos personajes que tradicionalmente han aparecido en un segundo plano o invisibles por completo en la novela gótica. La novela refleja la situación de muchas mujeres que, durante varias generaciones, se vieron obligadas a luchar por su propia voz en una sociedad que no quería escucharlas. La obra estará disponible en las librerías españolas a partir del próximo 20 de mayo.
Confesiones de una criada se centra en el personaje de Frannie Langton, una criada mulata y bastarda proveniente de Jamaica que es acusada del asesinato del matrimonio para el que trabaja. En la prensa la retratan como un monstruo, pero Langotn no recuerda nada de la noche en la que ocurrió el crimen. A través de su abogado, Frannie narra su vida, siendo esta la única esperanza que tiene para librarse de la horca. La novela gira alrededor del relato de la protagonista para descubrir si es en realidad una asesina despiadada.
Ha sido aclamada por la crítica: Margaret Atwood la ha calificado como «profunda y elegante» y el diario británico The Guardian dice de Confesiones de una criada que es «una primera novela deslumbrante».
La autora
Sara Collins nació en Jamaica y creció en las Islas Caimán. Estudió Derecho en la London School of Economics y ha ejercido como abogada durante más de 15 años. Tras cursar un Máster en Escritura Creativa en la Universidad de Cambridge, donde se le otorgó el premio Michael Holroyd, ha publicado su primera novela.
En Confesiones de una criada, Collins quiso mostrar la historia de una mujer de la época gótica que hubiese sido esclava, algo que siempre ha querido leer : «No quería escribir otra “historia de esclavitud”, pero en un tiempo lejano me habría gustado leer una novela gótica sobre una mujer que hubiera sido esclava. Y en todas mis lecturas jamás me había encontrado un libro así, ni un personaje como Frannie, aunque es más que evidente que el genio, la rabia, la complejidad moral y el amor romántico, apasionado y absorbente no son cualidades que solo puedan corresponderse con los personajes blancos.»
