¿Cómo viviremos juntos?
Esta importante cuestión intenta resolverse desde hace siglos en todos los ámbitos, pero buscar respuesta es cada vez más urgente. La actualidad nos obliga a poner el espacio común en primer lugar y a mirar la forma en que la arquitectura da forma a nuestro hábitat, en busca de nuevos modelos.
Más que nunca, los arquitectos sienten la necesidad de proponer alternativas. Como ciudadanos, emplean sus habilidades sintéticas para unir a las personas y resolver problemas complejos. Como artistas, desafían la inacción, y como constructores, sacan el lado más optimista en su faceta profesional.
Están motivados por nuevos tipos de problemas que el mundo le está planteando a la arquitectura y quieren unirse en la nueva edición de La Biennale di Venezia. Es una de las instituciones culturales más prestigiosas del mundo. Se sitúa a la vanguardia de la investigación y promoción de las nuevas tendencias del arte contemporáneo, y organiza eventos en todos sus sectores específicos.
La Bienalle de Arquitectura ha ido ganando reputación y ya no es simplemente un convención cultural, si no que ha obtenido el reconocimiento de ser la mejor del mundo. Su especificidad material, espacial y cultural inspira las formas en que vivimos juntos.
La número 17, comisariada por el arquitecto y académico Hashim Sarkis, iba a tener lugar en Venecia en agosto de este año ,pero se pospuso hasta 2021, del sábado 22 de mayo al domingo 21 de noviembre.
Está inspirada en el activismo emergente de los jóvenes arquitectos. Propone revisiones radicales para la profesión a diferentes niveles.
La escala 5 se centra en nosotros como planeta. Entre sus metas están:
– Anticipar y calibrar el futuro del planeta.
– Unir a las Naciones, con motivo del 75 aniversario de las Naciones Unidas revisando y ampliando su alcance espacial.
– Diseños cambiantes para el cambio climático, presentando soluciones frente al calentamiento global.
– Networking Space: conexión entre la Tierra y el espacio exterior.
Comprende obras de 114 participantes con representación equitativa de hombres y mujeres, y provenientes de 46 países con una mayor representación de África, América Latina y Asia.
Los participantes piden que se imaginen espacios en los que se pueda vivir de forma colectiva y generosa. Quieren que estemos juntos como nuevos hogares en busca de espacios más dignos para habitar; como comunidades emergentes que demandan equidad e inclusión; como planeta frente a crisis que requieren una acción global para que podamos seguir viviendo.
