
Este verano, Ibiza da la bienvenida a una propuesta que redefine los límites del bienestar: CLAP HOUSE Ibiza, un oasis de lujo consciente donde la gastronomía de autor, el fitness de alto rendimiento y el diseño inmersivo se unen para crear una experiencia transformadora. Ubicado en el enclave privilegiado de Talamanca, este nuevo referente internacional aterriza en la isla con un concepto revolucionario de estilo de vida, fusionando salud, placer y sofisticación en un entorno creado para reconectar con lo esencial.
Es mucho más que un lugar físico; es una forma de entender el tiempo y la vida. Aquí, el ritmo se suaviza. Todo desde la forma en que se han dispuesto los espacios hasta los estímulos sensoriales que lo envuelven está diseñado para invitar a una pausa genuina. No se trata de desconectarse del mundo, sino de volver a uno mismo, con los sentidos despiertos y una percepción más clara del ahora.
El espacio, con sus 16.000 metros cuadrados, es fruto de la visión de Eric y Aleix Sanllehy. Su trayectoria en el deporte profesional y en el desarrollo de proyectos singulares se refleja en la manera en que han logrado equilibrar estética, propósito y emoción. No han construido un complejo, han dado vida a una experiencia en la que cuerpo, mente y entorno conviven en sintonía.
Una de las zonas más potentes es la enfocada al movimiento corporal y al cuidado físico. Aquí, el entrenamiento va más allá del ejercicio tradicional. Gracias al trabajo conjunto con profesionales altamente cualificados, se ha creado una propuesta integral que combina tecnología avanzada con un enfoque consciente del bienestar. La sala de entrenamiento está equipada con lo último en innovación técnica y organizada para que cada usuario encuentre su propio ritmo, ya sea trabajando la fuerza, el cardio o la movilidad. A esto se suman sesiones especializadas de yoga, pilates y trabajo postural que fomentan una relación más amable y eficiente con el cuerpo.


El área de recuperación y cuidado profundo merece mención aparte. Pensado como un santuario de equilibrio, este espacio envolvente invita al descanso real, ese que se siente en los músculos pero también en la cabeza. Las terapias van desde técnicas regenerativas hasta tratamientos enfocados en la salud integral, acompañados por profesionales que entienden el cuerpo como un sistema complejo y conectado.
Otro punto diferencial es su propuesta culinaria, concebida no solo para satisfacer el gusto, sino también para enriquecer el bienestar. El restaurante principal se convierte en un viaje sensorial, con una cocina que explora lo mejor de Oriente y Occidente. Cada plato es una composición cuidada, una mezcla de precisión técnica y alma, donde lo estético nunca sacrifica lo nutritivo. La opción del menú Omakase es ideal para quienes buscan dejarse llevar por la creatividad del chef y vivir una experiencia completa sin pensar en nada más que en disfrutar.
Para quienes desean ir más allá en el arte de alimentarse bien, existe una propuesta paralela liderada por Silvena Rowe. Este espacio pone el foco en la cocina funcional, con ingredientes que nutren, fortalecen y estimulan sin renunciar al placer. Aquí los batidos reemplazan a los tragos convencionales y cada bocado está formulado para sumar energía, claridad y bienestar duradero.

Al aire libre, el entorno acompaña con una belleza serena y una atmósfera cuidadosamente orquestada. La piscina central, larga y abierta al paisaje, invita a sumergirse tanto en el agua como en el momento presente. A su alrededor, zonas de descanso íntimas y rincones pensados para compartir sin prisa. Es un escenario ideal tanto para aislarse del bullicio como para formar parte de un ambiente social elegante y relajado.

Lo que se ha logrado aquí no es una moda, ni un capricho de temporada. Es una forma nueva de interpretar lo que significa cuidarse, disfrutar y vivir bien. Un refugio con alma, para quienes no buscan solo belleza exterior, sino profundidad. Para quienes entienden que el verdadero lujo está en sentirse en paz, en rodearse de calidad, y en regalarse experiencias que realmente sumen.

Y eso es precisamente lo que más llama la atención: la autenticidad con la que se ha desarrollado todo. Nada parece forzado. Cada decisión, cada elemento, transmite intención. En una época en la que todo corre, encontrar un lugar que invita a ir más lento, a mirar hacia adentro y a disfrutar sin culpa, es un privilegio. Aquí no hay artificio. Hay propósito, sensibilidad y una propuesta que inspira a vivir mejor.