Este libro está profundamente detallado, publicado por Editions Gallimard en colaboración con Dior, Laurence Banaïm hace un repaso a las peculiaridades que unen a Christian Bérard y Christian Dior.
A simple vista, parece que todo en Christian Bérard y Christian Dior son opuestos, sobre todo por sus personalidades tan diferentes. La extravagancia y la ultrasensibilidad de Bérard contrasta con el discreto y misterioso Monseiur Dior. Sin embargo, fue amor a primera vista.
Laurence Benaïm: «Todo Dior está en Bérard, todo Bérard está en Dior. Este libro no es una biografía bicéfala: es un meandro en el corazón de una historia atormentada por sueños, afinidades y secretos cosidos en el forro del tiempo que se desvanece».




En los años treinta, Chistian Dior, entonces socio de la galería Pierre Colle, expuso los cuadros del joven Bérard junto a los de Dalí, Picasso y Matisse. Unos años más tarde, cuando abrió una casa a su nombre, Christian Bérard le prestó su generoso apoyo. A cambio, el modisto confió a Bérard la decoración de su primera boutique, Colifichets, en la Avenue Montaigne. Chistian Bérard le aconseja decorar este primer espacio con el toile de Jouy, célebre estampado emblemático del savoir-faire francés, que se convertirá en una referencia icónica de Dior.
«El aparente desenfado daba vida a todo el lugar», escribió Monsieur Dior refiriéndose a la obra de su amigo, «ese árbitro de las fiestas, de toda elegancia».
El libro Christian Dios, Christian Bérar. La mélancolie joyeuse, ilustrado con obras de arte y preciosas fotografías, da vida al París de los artistas de la Belle Epoque a la Liberación, del Boeuf sur le toit al Café Society de la posguerra. Dos destinos que respetuosamente se hace eco y se influyen mutuamente; dos cristianos, dos hombres siempre unidos por sus pasiones compartidas, el arte y la belleza en todas sus formas. De página en página, aparecen en la verdad de su talento más puro, entre triunfos y dudas, promesas y secretos. Una oda a la amistad y los sueños.


