DESATAR EL NUDO DE LA REALIDAD
Por Pilar Gómez Rodríguez
Los objetos no quieren ser simples objetos y ya está. No quieren atenerse ciegamente a lo que la función, como destino fatal, ha hecho de ellos. El fotógrafo Chema Madoz lleva décadas liberando a los objetos en sus imágenes y con la inestimable colaboración, complicidad más bien, de quien se acerque a su obra.
A menudo se cumple esa máxima que dice que las cosas no son lo que parecen. En el caso de las fotografías de Chema Madoz se cumple siempre. Las cosas, los objetos que protagonizan sus instantáneas son máscaras de su mensaje que establecen filtros o capas de entendimiento y subrayan, desvelan, ocultan,
matizan… Juegan, en definitiva, con la realidad en la medida que el espectador quiera jugar con ella. Que las cosas no son lo que parecen lo aprendió un niño llamado José María Rodríguez Madoz cuando, con cuatro años, la improvisada profesora —en realidad, una vecina remangándose a dar clases preparatorias a los muchachos del barrio en su casa— bajó la tapa del horno e improvisó un pupitre para aquel que se había quedado sin sitio.
Ese niño con un cuaderno apoyado en una tapa del horno mirando al negro infinito iba a convertirse en el fotógrafo ilusionista capaz de transformar a golpe de clic una cosa en otra: así, una biblioteca se convierte en un piano; una gota de agua es un tiburón; y la luna, ¡ay la luna!, tanto misterio con ella para dejarse atrapar por un cubo.
Esas imágenes formaban parte de la exposición de Chema Madoz en la galería madrileña Elvira González que reunía sus trabajos más recientes, realizados entre los años 2020 y 2023. En ellos Madoz volvía a apelar a la mirada del espectador como cómplice necesario de sus juegos fotográficos. Con un lenguaje rico en metáforas poéticas e inesperadas, sus imágenes en blanco y negro descontextualizan el objeto fotografiado confiriéndoles un nuevo significado que adquiere sentido — y sentido distinto— ante los ojos de cada espectador. Pero ¿qué hace especial un objeto? ¿Qué debe tener para que el artista piense o vea que tiene “posibilidades” de volverse otra cosa, de volverse arte?: “Debe de tener algo confuso, misterioso, algo que en una primera mirada suscite la duda sobre las interferencias que radican en él. El objeto se crea para cumplir con una función y esa claridad de uso lo ata a una finalidad concreta. Si desatamos ese nudo el objeto se nos abre y muestra una realidad más profunda”.
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