Caroline Vignal: “Las mujeres realizadoras son una parte muy pequeña del cine”
“La prioridad es explorar las trayectorias femeninas”, sentencia Caroline Vignal, la realizadora francesa que piensa seguir escribiendo historias protagonizadas por mujeres. Con ocho nominaciones en los Premios César tras la cámara, la también guionista estrena este 31 de mayo su tercer largometraje, ‘Iris’ (Iris et les hommes). Una reflexión, sin prejuicios ni tabúes, sobre la sexualidad de las mujeres maduras, que reivindica el deseo femenino, la pasión por la vida y la diversión por lo desconocido.
Con Laure Calamy repitiendo en el papel principal, la historia sigue a Iris, una oftalmóloga de casi 50 años que vive el paulatino agotamiento de su relación, incómoda por la falta de comunicación y aburrida por la excesiva confianza. Es entonces cuando entra en contacto con DeeLove, una app de citas dedicada a las aventuras extramatrimoniales.
Del parecido que pueda guardar con su protagonista, Vignal explica que es relativo. “No soy dentista”, bromea, “pero me parezco en algunas cosas: Iris vive una adolescencia tardía, está recuperando el tiempo perdido. Algo en lo que sí me he podido sentir identificada”.
¿En qué no son similares?
Ella es un poco inconsciente, no hace las cosas pensando más allá de ellas. Yo no vivo las cosas así, más bien las analizo, las observo.
La escena inicial se inspira en ‘Les corps abstinents’ (2020, Flammarion), un ensayo de Emmanuelle Richard ¿qué paralelismo estableció?
La escritora explica la abstinencia sexual basándose en sus propias experiencias como testimonio. Después de un periodo bastante largo, tiene una sesión con su osteópata. Como era cuerpo a cuerpo, el contacto la impactó mucho.
Pasa del mismo modo con Iris, lleva mucho tiempo sin tener contacto con su marido, así que esa terapia le produce el click que hace de punto de partida en la película.
Aun así, esta no fue la primera escena que rodaron, si no el momento musical ¿a qué se debe?
Aunque era un poco arriesgado, habíamos hecho muchos ensayos que quedaban de esta manera más cerca del rodaje, más frescos. Al empezar con lo más difícil, el resto del rodaje iba a ir mejor. Era una forma de soldar al equipo.
¿Cuánto tiempo duró el rodaje?
Alrededor de siete semanas, lo cual es un lujo actualmente.
Desde entonces, ¿ha cambiado su modo de apreciar la cinta?
Me incomoda un poco hablar de esto… la abstinencia sexual era un tema del que, hace dos años, no se hablaba en absoluto. En Francia, ahora todo ha cambiado mucho. Han salido muchos nuevos libros feministas. Todo esto me hace pensar que el tener que lograr una vida sexual plena es algo inculcado para mi generación.
¿Ha influido en la recepción?
Ha habido reacciones que no me esperaba. Por un lado, en ambientes muy feministas ha molestado que nuestra protagonista se sintiese realizada a través de la sexualidad que consigue con estos hombres. Por otro lado, en ambientes más reaccionarios, el hecho de que no hubiese intercambio de sentimientos se ha percibido como negativo.
Al margen de estos imprevistos, a mucha gente le ha gustado la película.
¿Encajaría en algún género?
No me gustan mucho las etiquetas. Podríamos hablar de que es una comedia de volverse a casar, similar a las de los años 40, en las que las parejas empezaban separadas y al final se reencontraban. También podría definirse como una película de aprendizaje.
En este momento en Francia es mucho más fácil hacer una comedia cuando quieres transmitir un mensaje que de otra manera no aceptarían.
Hay excepciones, como sucede con ‘Anatomía de una caída’ (2023), que ha sido un gran éxito. Pero la comedia, aunque pueda parecer un género más humilde, es una gran herramienta.
Mencionaba los bonitos personajes femeninos que han creado directores como Cukor o Fassbinder ¿Hay alguna realizadora que destaque por sus personajes masculinos?
Las mujeres realizadoras son una parte muy pequeña del cine, en comparación con los hombres. La prioridad es explorar las trayectorias femeninas. No me viene ahora a la mente ninguna directora centrada en personajes masculinos.
Claro que espero que los haya. En la película, aunque los hombres que aparecen son secundarios, espero que sean buenos personajes. En mi caso en particular, no he sentido la necesidad de centrarme de momento.
¿Y en el futuro?
Seguiré pensando en personajes femeninos.
