
Por Íñigo de Amescua
Las leyendas se actualizan y Breguet, una de las firmas relojeras más reconocidas del mundo, aprovecha para presentar una reinterpretación muy especial de uno de sus relojes más famosos, el Reine de Naples. El tiempo es uno de nuestros bienes más preciados y ambos se unen en esta pieza en la que los expertos de Breguet han creado un reloj que aúna estas dos premisas en una combinación perfecta entre técnica, diseño y delicadeza. En el Reine de Naples, que renace en una nueva gama de colores que incluye el verde, rosa y el gris, domina visualmente la particular forma de su esfera en forma ovoide en el que los números, los rubíes y los diamantes blancos parecen bailar a cada movimiento de las agujas á pomme. Esta particularidad de diseño, que rompe la línea recta con unos característicos círculos que parecen burbujas, es una de las señas de identidad del atelier fundado por este relojero suizo. Gracias a este detalle las agujas parecen flotar sobre la esfera en cada movimiento.
No es el único rasgo puramente Breguet de esta pieza ya que también, aparte de su oro blanco de 18 quilates, el fondo de cristal de zafiro, el bisel y el asa engastados con 73 diamantes (engarzados a mano) y su realce adornado con 66 rubíes, así como la corona engastada con un cabujón de rubí, mantiene los característicos números Breguet o su acanalado en el canto emblema de la casa. Los números árabes que nos indican la hora siguen de nuevo la tradición de la marca y el diseño original, esta vez de tamaño variable, con el 12 como referencia otorga a la pieza un aire de surrealismo, incluso de ilusión, que acentúa su forma elíptica y su ligereza.
PULSA AQUÍ para acceder al artículo completo
