En una situación en la que parece que se han esfumado todas las muestras de cariño, Besos al aire nos devuelve un sentimiento tan humano y primitivo como es el amor. Esta emotiva comedia romántica en formato de miniserie trata de mostrar unos sucesos 100% verdaderos, puede que los más realistas de todos: la situación que se vivió, y que sigue presente, en los hospitales debido a la COVID-19.
Besos al aire representa las millones de historias, todas iguales y tan diferentes a la vez, que se vivieron durante el confinamiento. Sitios que fueron clave como los hospitales, supermercados o un simple bloque de pisos dan vida a las historias que protagonizan la serie. Puede que se trata de un homenaje para todas las personas que estuvieron en primera línea de batalla, o, simplemente, una exhibición de ocho vidas que simbolizan a España entera. Lo que sí se sabe es que el amor hace de nexo común, a pesar de las dificultades para demostrarlo.

El actor Jaime Olías da vida a Claudio, un reportero culto, refinado e introvertido que lucha por cubrir aquellas noticias que dejan huella. ¿Qué mejor historia para contar que una pandemia mundial?
Jaime Olías nos responde a unas preguntas sobre su experiencia en una serie tan inimaginable como realista. Besos al aire se estrenará el viernes 26 de marzo en Disney+.
Entrevista a Jaime Olías por Besos al aire
Pregunta: La COVID-19 ha afectado a una infinitud de sectores. Pero, ¿cómo lo ha hecho en el cine? ¿Cómo le ha afectado a Ud. concretamente como actor?
Respuesta: Yo creo que como bien dices, ha afectado a todos los sectores. En el mundo del cine, yo he visto muchas producciones que se han parado o que se han pospuesto, pero concretamente lo que más se está viendo afectado son las salas de cine. Todos los compañeros que trabajan en la exhibición lo están pasando muy mal, y en distribución se están posponiendo muchos estrenos planteándolos para un futuro incierto.
En el tema de la COVID-19, yo he sido un “afortunado” porque me pilló justo al final de la serie “El Cid” que estaba grabando. Sólo tuvimos que posponer un trocito de un capítulo, y cuando se volvió al desconfinamiento se pudo terminar la serie. Pero a mi personalmente me ha pillado bien, no he tenido problemas ni se me han fastidiado proyectos como a muchos compañeros; a mí solo se me pospusieron. Estoy muy contento de que todo estos se hayan podido reactivar y salido adelante.
P: Ha habido muchas escenas que se han visto restringidas o limitadas por respetar las distancias de seguridad ¿Cuáles eran las condiciones sanitarias durante las grabaciones?
R: Como actor, esto es algo muy raro. En este nuevo mundo y sistema bajo la pandemia, digamos que la cercanía y el contacto es algo muy limitado. Nosotros trabajamos con los sentimientos propios y de los compañeros, y esto es una traba enorme. Se ha visto muy limitado para pases de texto, pruebas, respetar las medidas seguridad y protocolos, los tiempos de rodaje, etc.; todo esto se ha tenido que adaptar porque la COVID-19 te obliga a tener que hacer pruebas para que todo el mundo esté seguro trabajando. Crea una especie de aura por encima de las personas que te recuerda que el coronavirus siempre está presente, por lo que es muy difícil distraerse de que no existe en un rodaje porque ves que cada centímetro se ha adaptado. Aunque hayamos tenido la suerte de contar con grandes profesionales que han sabido ajustar todo esto, los actores estamos deseando volver a la normalidad y tener ese contacto humano que necesitamos tanto para trabajar.
P: ¿Cree que la emisión de esta seria ayudará a que la sociedad tome aún más conciencia sobre lo ocurrido y que todavía está presente en los hospitales al poder ver en primera persona la situación tan crítica que vivimos?
R: Yo lo que más aprecié de la serie cuando leí los guiones fue el tono ya que era totalmente certero para el momento en el que vivimos. Creo que es un relato muy realista de la situación que se está viviendo en los hospitales y con la gente que se ha visto afectada por la COVID-19. Es un retrato valiente que muestra muy bien cómo el virus afecta a estas personas, las historias que hay detrás y a humanizar todo el proceso que hemos visto desde nuestras casas. En los informativos veíamos unos rostros imaginarios, y ahora la serie trata de representar de la mejor manera posible sus sentimientos y situaciones. Aunque se muestra el tono duro y el gran conflicto que ha sido para millones de personas, nosotros también contamos unas historias optimistas que comunican que la lucha continúa, el apoyo que hay que dar a los sanitarios y el resto de profesionales que están en primera línea de batalla. Hemos intentado aportar un poco de esperanza para la sociedad, y a mí personalmente me parece un acierto absoluto.
P: Ahora que ha hecho la serie y ha participado en la grabación de acciones que realmente están pasando, ¿ha cambiado tu percepción u opinión de la pandemia de la COVID-19 y del trabajo que han hecho sanitarios, comunicadores, cuerpos de policía, etc.?
R: Claro que ha cambiado mi visión, y todavía sigue cambiando. En mi caso personal, tengo un hermano que es enfermero y que ha estado en el frente. Además, siempre he estado muy pendiente de las noticias, por lo que no he sido de esos que “querían distraerse del virus”, sino que todo lo contrario: lo he tenido muy presente. Pero es verdad que, aunque sean rostros y nombres imaginarios, en verdad son personas reales y que le pueden suceder a cualquiera; entonces valoras que lo que verdaderamente importa es la salud y cuidar a las personas que nos cuidan. Creo que como sociedad, después de ver la serie, mejoraremos la valoración de los sanitarios, equipos de limpieza, cuerpos de seguridad, personas que coordinan los protocolos porque te das cuenta de muchas cosas de las que no serías consciente si no la has visto.
P: ¿Cómo ha sido recordar “la peor parte de la pandemia”, y encima siendo partícipe de las personas que estuvieron en primera línea de batalla en vez de cómo lo vivió en su día como ciudadano?
R: Yo en la serie interpreto a un reportero de televisión que cubre las noticias de los hospitales y, en comparación a la pandemia que yo viví, no tiene nada que ver porque fue muy buena ya que nadie de mi entorno se vio gravemente afectado.
Cuando ves la serie y escuchas las historias que pasaban mientras estabas tranquilamente en tu casa, te das cuenta de que lo único que tuvimos que hacer como ciudadanos era bastante sencillo. Mi batalla fue quedarme en casa.
P: En la serie, su personaje es un periodista. ¿Cómo se siente al tener que comunicar a la sociedad la gravedad de los hechos y unas cifras de contagiados y fallecidos tan altas? ¿Llegó a sentirse como un periodista en dichas circunstancias?
R: El punto de mi personaje es que es un poco egocéntrico, por lo que él está pensando en su carrera. Si que le afecta la COVID-19 y la situación correspondiente, pero para él es como un punto de partida para mejorar su carrera profesional; en ese momento ve que puede demostrar su valor como reportero. Cuando hacíamos escenas de hospital en las que llevaba a cabo reportajes, pensaba en la necesidad de todos esos periodistas para la sociedad y para la libertad de prensa. El reportero que está en el hospital intentado mostrar la situación, también se está metiendo en la batalla de los hospitales y se está jugando la vida cuando había muy pocos protocolos ni se sabían las mejores medidas de seguridad.
P: Como periodista en la ficción y actor en la realidad, ¿hay semejanzas y diferencias entre ambas profesiones?
R: Al final cuando yo trabajaba de periodista en la serie, estaba creyendo en un objetivo. Recuerdo que cuando interpretaba al reportero tenía la sensación de tener que informar de la manera más correcta mientras que me aislaba del entorno para ser lo más profesional posible. Eso me recordaba mucho a cuando actúas ya que tienes que dar el tono y la clave exacta y coincidir con lo que está pidiendo, en ese caso, el director. En el caso del periodismo, hay una línea editorial que busca un tipo de mensaje, y el reportero se tiene que ajustar a eso dejando a un lado los sentimientos y opiniones para poder ser ético.
P: ¿Se aplica algo de su personaje Claudio a sí mismo como Jaime Olías?
R: Los dos somos muy ambiciosos y quizá un poco obsesivos con nuestro trabajo y con avanzar en el futuro. Lo que tiene este personaje es que se da cuenta de lo que verdaderamente es importante, y esto es algo que lo he vivido mil veces como Jaime Olías al pararme y decirme a mí mismo que eso no era tan importante. Por ejemplo, me he embarcado en proyectos muy bonitos en los que tiempo después me he dado cuenta de que lo realmente bonito fue conocer a ciertas personas, reírme tanto, visitar una ciudad; más que el proyecto en sí. Muchas veces en los proyectos, no son estos los que tienen valor sino las experiencias que lo engloban. Este es el viaje que tiene mi personaje y que tengo yo como actor.
P: Claudio es un personaje al que no le gusta cubrir simples noticias, sino que prefiere aquellas que hacen historia. Pero, ¿qué es lo mejor que tiene este personaje? ¿Y lo peor?
R: Lo mejor y peor de este personaje es que se trata de una persona con una ambición por demostrar lo que él cree que vale; su manera de querer comerse el mundo y la energía por estar en el frente de batalla. Si lo pienso por separado, lo peor que tiene es que una persona con una alta autoestima, pero lo mejor es la suficiente humildad como para darse cuenta de sus propios errores. Es un personaje que finalmente hace un viaje hacia la humildad y felicidad.
P: ¿Qué pretende comunicar el título ‘Besos al aire’?
R: En mi opinión, estamos en un mundo en el que el cariño, el amor y las muestras de afecto no se pueden demostrar de manera física y en cercanía, entonces ahora mismo sólo podemos lanzar ‘Besos al aire’ desde la distancia. Esta manera de querernos en lejanía define muy bien la situación en la que estamos y con la que tenemos que seguir apoyándonos y mejorando como sociedad. Creo que la pandemia, al igual que nos ha alejado mucho unos de otros físicamente, también nos ha acercado como seres humanos y nos ha ayudado a darnos cuenta de la importancia de la vida. Esto es una forma de decir que tenemos que seguir dándonos cariño y protegiéndonos como comunidad y personas, aunque ahora nos toque hacerlo desde la distancia.