UN HOMBRE Y UNA CÁMARA PARA EXPLICAR EL MUNDO (Y BASTANTES COSAS DEL SER HUMANO)
Por Pilar Gómez Rodríguez
ANIBAL BUENO: “YO DOCUMENTO Y TRATO NO SOLO DE NO INTERVENIR, SINO DE NO JUZGAR”
Aníbal Bueno es un fotógrafo con pasado de científico. Con formación en ingeniería informática y un doctorado en biología molecular, sus ámbitos de estudio e investigación eran la bioinformática, la biología de sistemas, el análisis informático de secuencias de ADN para casos de cáncer… A la fotografía llegó de la mano de los viajes: “Trabajaba en la Universidad de Málaga como investigador y, en vacaciones, empecé a viajar al continente africano. Con cada viaje aumentaba mi curiosidad por las culturas que allí habitan, pero al volver sentía que me faltaban herramientas para plasmar eso tan maravilloso que había vivido, de modo que me compré una cámara.
El salto lo di en 2015, cuando decidí cambiar de profesión, dejar la ciencia —al menos la ciencia de laboratorio— y matricularme en un máster de periodismo de viajes en la Universidad Autónoma de Barcelona. Así es como enfoqué mi profesión hacia la fotografía de viajes y antropológica y empecé a documentar con mi cámara culturas minoritarias”.
Como todos los cambios de vidas, este tampoco estuvo exento de incertidumbre y zozobras: “Me di un plazo de dos años para ver si la fotografía y los viajes podrían ser mi nueva profesión. En esos dos años hice el máster, monté una agencia de viajes que tengo actualmente, y desde la que organizamos viajes a comunidades minoritarias de África, y ambas cosas han funcionado, de modo que he podido hacer tanto de la labor fotográfica como de los viajes mi nueva profesión”.
La cámara es su medio natural, el más habitual a la hora de registrar sus vivencias, pero tampoco es infrecuente que eche mano de las palabras. Tiene publicados varios libros que aúnan esa “necesidad de contar qué es lo que estoy viviendo”.
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