Alfred Hitchcock, Kate Moss y las montañas de Escocia

Por Iñigo de Amescua

Albert Watson dice de sí mismo que no es un fotógrafo de moda sino un fotógrafo que ve la moda como un campo interesante en el que desarrollar su labor. Si bien este mundo ha sido el que más reconocimiento global le ha generado, el escocés es un fotógrafo total que se ha interesado por las naturalezas muertas, los retratos y los paisajes entre otros temas. De hecho, este mes presenta en Londres uno de sus proyectos personales, su inmersión en la legendaria y bella isla de Skye, en el norte del norte de Escocia. Su inspiración: acercar la fotografía a la pintura.

“Si echo la vista atrás y analizo mi propia carrera soy consciente de que caí en multitud de errores, como es normal. Por ejemplo, hubiera preferido, hace 25 años, haber tomado la decisión de centrarme más en mis proyectos propios.”

“Al principio de mi carrera, en mi primer año, me llegó
un encargo que definiría mi manera de trabajar. Provenía de una compañía que fabricaba material para hospitales. Necesitaban que fotografiara un centenar de sus productos. No lo había hecho en mi vida. Contesté que sí, por supuesto… y lo primero que me mandaron fue una cuña cromada. Brillante con un espejo. Finalmente conseguí hacer aquella foto, pero estuve a punto de suicidarme. Un día entero de trabajo, de los cinco que tenía en total, fue para esa cuña. A eso lo llamo yo hacer callo”.

Albert Watson es un fotógrafo apasionado por su medio, detallista, minucioso. Y tiene mucho callo. Su talento le ha llevado a convertirse en uno de los más exitosos fotógrafos del mundo durante décadas: Kate Moss, Mike Tyson, The Rolling Stones, Andy Warhol, Alfred Hitchcock, Naomi Campbell, Jack Nicholson, Isabel II, Jay Z, Christy Turlington, más de cien portadas para Vogue, Rolling Stone, Harper’s Bazaar…

 

ALBERT WATSON Andy Warhol New York City 1983

“He pasado los últimos sesenta años de mi vida en un rectángulo. También se puede decir que así pasaron su vida Monet, Degas, Gauguin o Van Gogh. Pasaron toda su vida en un rectángulo. Oh, sí, puede que haya una o dos pinturas circulares en la historia del arte… pero el 99. 9999% de las pinturas están en un rectángulo. Lo mismo con la fotografía, es un rectángulo. Puede ser vertical, horizontal… o cuadrado pero lo que ahí dentro, en el recuadro, es lo que eres y a veces, sin darte cuenta, tu estilo y tu enfoque gráfico, el cine que hayas visto, tu formación artística, tus conocimientos, etc., entran en la creación de las capas que lo forman. Todo son ingredientes, dos cucharadas de esto, una cucharada de aquello y la receta varía y se mantiene a lo largo de tu vida”.

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