Una Semana Santa en Alentejo

La eterna luz de Portugal

Portugal

En Portugal, Alentejo, entre el río Tajo y Algarve unas vacaciones de Semana Santa diferentes. Sus pintorescos castillos, sus bonitas iglesias, alojamientos o su paisaje de costa o interior, forman la receta infalible para sorprender a todo aquel lo visite.

Un viaje al pasado

Alentejo

Alentejo, un lugar donde no pasa el tiempo, adentrarse supone viajar en el tiempo para descubrir toda la historia que alberga. Encontrarás castillos medievales como el de BejaMouraSerpa, monumentos como el Templo Romano de Évora o sus callejuelas te permiten conocer las huellas de aquellos que habitaron la región.

La Semana Santa rememora la historia alentejana con una serie de celebraciones como la de Castelo de Vida, que se viste de gala para la Páscoa. Estas son las fiestas más importantes de la localidad, destacan por las celebraciones religiosas y paganas con elementos de la cultura judía y homenajes al pueblo.

Entretenimiento para los viajeros

Praia da Comporta92

La región portuguesa es perfecta para parejas, amigos o familia. Debido a su cercanía a España, se puede conocer yendo en coche, y descubrir sus variantes paisajes. 

En la naturaleza, cuenta con una amplia gama de actividades a realizar al aire libre, desde senderismo, bicicleta y la popular Ruta Vicentina. También realizar alguna etapa del Camino De Santiago portugués.

Ruta Vicentina

La costa resulta ser destino de surfistas, observadores de aves, pescadores, jinetes. Hay cantilados escarpados, islotes, arrecifes y calas escondidas, dispuestas a ser descubiertas por aquellos que lo deseen. Sines, ciudad que se encuentra si se cruza el litoral, se asoma a un acantilado en forma de anfiteatro cerrado por la Iglesia de Nissa Senhora das Salas y un antiguo castillo árabe, delimitado por el casco histórico.

 

Gastronomía

Dulces

La región portuguesa puede presumir de su gastronomía, sus quesos, vinos mundialmente conocidos. Se pueden realizar rutas enogastronómicas.

Las rutas permiten conocer el lugar desde sus raíces. Durante la Semana Santa, la cocina alentejana va más allá, preparando auténticos manjares.

El cordero, el ensopado de borrego, las quijadas de requesón, los bolos fintaos o los dólares da Páscoa forman parte de esta rica gastronómica.

 

Para todos aquellos que decidan visitar la región, la Semana Santa es solo un aperitivo de los viajes que se pueden realizar en verano, perfectos para desconectar, pasar tiempo de calidad descubriendo los rincones que el mundo tiene para ofrecer.

Sin duda alguna, Alentejo es uno de los destinos mágicos donde se puede disfrutar una escapada sin prisa, con paisajes y cielos espectaculares. Lo tiene todo, se busque lo que se busque para unas vacaciones de película.